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Reconstrucción mamaria

La reconstrucción mamaria es un procedimiento quirúrgico que se realiza con el objetivo de recuperar la simetría y la forma de la mama afectada por un proceso que la haya desfigurado, como puede ser: un cáncer de mama, un traumatismo (accidente o quemaduras…), o una malformación congénita. La causa más frecuente es la reconstrucción tras haber sufrido un cáncer de mama. En este caso, puede hacer falta reconstruir parte de la mama tras una tumorectomía (se extirpa parte solo de la mama) o después de una mastectomía o cirugía de extirpación completa de mama. Su objetivo es restaurar la forma, el tamaño y la apariencia de la mama, proporcionando a las mujeres una sensación de integridad corporal y ayudando en el proceso de recuperación emocional.

Existen diferentes opciones de reconstrucción mamaria, que pueden realizarse de forma inmediata, durante la misma cirugía de mastectomía, o de forma diferida, en un momento posterior. Estas opciones incluyen implantes mamarios, utilizados para reconstruir la forma de la mama utilizando materiales sintéticos o naturales, o la reconstrucción con tejido autólogo, que implica el trasplante de tejido del propio cuerpo, como el abdomen o la espalda, para reconstruir la mama de manera más natural.

La reconstrucción mamaria no solo ayuda a restaurar la apariencia física, sino que también puede tener un impacto significativo en la autoestima, la confianza y la calidad de vida de las mujeres que han enfrentado el cáncer de mama. Proporciona una sensación de cierre emocional y empoderamiento, permitiendo a las mujeres recuperar el control sobre su cuerpo y su bienestar emocional. Es importante discutir todas las opciones disponibles con un equipo médico especializado para encontrar la mejor opción de reconstrucción mamaria para cada paciente, teniendo en cuenta sus necesidades y preferencias individuales.

El 95% de las pacientes que llegan a mi consulta tras las secuelas de un cáncer de mama quieren reconstruirse el pecho:

  • La mama es un órgano que define y aporta feminidad.
  • Cobra relevancia tanto en las relaciones sociales de nuestra sociedad como en las relaciones sexuales

No obstante, lo importante es cómo se sienta la paciente. 

¿Qué podemos hacer los cirujanos plásticos?

La cirugía plástica es considerada la rama de la cirugía que moldea la forma de las distintas estructuras del cuerpo. Tanto para fines reconstructivos como para fines estéticos, los cuales muchas veces se entremezclan en un mismo caso.

El pecho es uno de los campos donde frecuentemente batallamos los cirujanos plásticos. Puede verse afectado por:

mama tuberosa (malformación que da forma de tubo con grandes areolas y polos inferiores poco formados), asimetría entre las mamas importante, amastia (ausencia de glándula mamaria), síndrome de Poland (malformación del tórax, la extremidad superior y que también afecta a la mama)

Quemaduras, accidentes de tráfico o accidentes laborales…

La mama puede ser extirpada por completo o una parte de ella, a parte que se aplica radioterapia y quimioterapia al cuerpo.

La cirugía reparadora tras las secuelas dejadas por el cáncer de mama es uno de los campos de acción donde más actuamos los cirujanos plásticos. Y recuerda que no solo es exclusivo de mujeres, ya que el 1% de cánceres de mama aparece en el sexo masculino.

¿Es necesaria la reconstrucción mamaria?

En consulta nos encontramos con muchos casos y muchas situaciones personales diferentes y es igualmente válido reconstruir, cómo no reconstruir una mama. Lo importante es cómo se siente la paciente. A veces nos encontramos con pacientes de una edad ya avanzada que prefieren no volver a pasar por un proceso de cirugía, reposo y recuperación Sin embargo, el 95% de las pacientes que llegan a mi consulta tras las secuelas de un cáncer de mama quieren reconstruirse el pecho. La mama es un órgano que define y aporta feminidad. Cobra relevancia tanto en las relaciones sociales de nuestra sociedad como en las relaciones sexuales. Estas son las funciones que podemos restaurar tras un cáncer, un traumatismo o en una malformación de la mama. Y este es precisamente el aspecto que potenciamos cuando hablamos de cirugía estética. La diferencia entre cirugía estética y cirugía reparadora es que potenciamos, no restauramos algo en el cuerpo.

¿Necesitas una reconstrucción mamaria?

Cáncer de mama

El riesgo de que una mujer sufra cáncer de mama a lo largo de su vida es del 8%. Eso significa que, de media, 1 de cada 12 mujeres lo sufrirán a lo largo de su vida. El riesgo aumenta si el cáncer es de tipo familiar (15-20% del total) o hereditario (5-10% del total), donde la probabilidad de sufrirlo aumenta hasta el 80%.

¡No os alarméis de entrada por estos datos!

La mayoría (70-80% de los casos) aparecen esporádicamente. Para sospechar de entrada que se tiene riesgo de cáncer de mama familiar o hereditario suele coincidir con que varias mujeres en la familia (o incluso hombres) han sufrido esta enfermedad. Es decir, tener un familiar afecto (como una madre, una tía o una hermana) no significa para nada que tengamos más riesgo de sufrirlo que el resto de la población.

¿Cómo luchamos contra el cáncer de mama?

La supervivencia del cáncer cuando no hay metástasis es del 90% a 5 años. Y gracias a los programas de detección precoz con mamografías y a la concienciación de la población, cada vez son más las pacientes diagnosticadas en estas fases tempranas.

Gracias a los avances en medicina y cirugía, tan solo en los últimos 20 años se ha disminuido la cantidad de mujeres que fallecen por este tipo de cáncer en un 42%.

Actualmente luchamos contra él con la cirugía y, a veces, la radioterapia a nivel local (que es mucho menos agresiva que antes). Tenemos que tener en cuenta que el cáncer no es siempre solamente una enfermedad local, y tenemos que abordarla a nivel global del cuerpo. Muchos cánceres de mama son estimulados por las hormonas naturales que generamos, es por ello que se suelen recomendar inhibidores de estrógenos y progesterona.

Pero los tratamientos que realmente han marcado un antes y un después en el tratamiento global del cáncer de mama son los llamados «tratamientos biológicos», como el Trastuzumab. Estos actúan a nivel celular de forma parecida a la quimioterapia clásica pero sin casi efectos secundarios importantes, afectan casi exclusivamente a las células del cáncer. Aún así, hay casos en los que no se pueden utilizar estos tratamientos y aún son necesarias las quimioterapias clásicas para frenarlo.

¿Cómo recuperar el daño sufrido tras un cáncer de mama?

Aquí es donde los cirujanos plásticos intervenimos de una manera más activa. 

Si el cáncer de mama es pequeño y no está extendido por la mama, puede ser tratado quirúrgicamente con una tumorectomía, es decir, extirpando solo una parte de la mama que contenga el tumor. La reconstrucción mamaria en estos casos suele ser más sencilla al conservarse la mayor parte del pecho. Suele ser suficiente con el trasplante de grasa al pecho afectado obtenida por liposucción o el uso de colgajos para rellenar el área vaciada en la mama tras extirpar el tumor. 

Si para tratar el cáncer ha sido necesaria una mastectomía completa, es decir, retirar todo el pecho a la mujer, la reconstrucción suele ser más complicada. ¡Pero nada a lo que un cirujano plástico bien formado no pueda hacer frente! Dependiendo de las características de cada caso, la reconstrucción de una mama completa puede requerir una o más fases quirúrgicas. Puede ser realizada con diferentes métodos:

  • Implantes de silicona
  • Tejidos propios (reconstrucción autóloga)
  • Ambos

También, si el pecho sano es muy grande o caído, se suele realizar una reducción o elevación mamaria para conseguir una mejor simetría y mejorar la estética de forma bilateral.

La elección de un método u otro dependerá de:

  • Cómo se encuentra la piel y los tejidos después de la mastectomía y los otros tratamientos recibidos (por ejemplo, el uso de prótesis mamarias suele ser una mala elección si se ha recibido radioterapia).
  • Disponibilidad para obtener tejidos propios con los qué reconstruir la mama.
  • Estado clínico, contexto social y opinión de la paciente que prefiera un proceso quirúrgico más largo o más corto.
  • Disponibilidad de los recursos técnicos por parte del equipo médico quirúrgico y materiales por parte del centro médico donde se encuentre la paciente. Esto varía dependiendo del país, e incluso según la región dentro de un mismo país.

Caso 1

Reconstrucción de TÓRAX: secuelas del cáncer de mama 

Ella era una mujer de 74 años que había sufrido un cáncer de mama. Le retiraron el pecho derecho y tuvo tratamiento con quimioterapia y radioterapia.

Se le reconstruyeron usando el músculo dorsal ancho (de la espalda) y con una prótesis mamaria.

Al cabo de unos años le apareció de nuevo ahí, por lo que se tuvo que retirar el pecho reconstruido y hacer mucha más radioterapia.

Ella decidió que no quería ningún tipo de reconstrucción. Pero al cabo de los años tuvo otra recaída, la tercera costilla presentaba una nueva tumoración y así se presentó a mi consulta.

En su contexto clínico global, conjuntamente con los cirujanos del tórax decidimos:
– Retirada de la primera, segunda y tercera costillas  (durante la cirugía el pulmón estaba al descubierto)
– Retirada de toda la piel quemada por la radioterapia
– Reconstrucción de la pared torácica con un colgajo TRAM

¿Qué conseguimos? 

Recuperamos su anatomía
4 noches de ingreso
360 minutos

A continuación, tenéis un gráfico respecto a la intervención: el colgajo TRAM (colgajo transverso basado músculo recto abdominal).

En resumen, utilizamos la piel y grasa de la barriga (la que retiraríamos cuando hacemos una abdominoplastia) y la aprovechamos para reconstruir la pared del tórax de la paciente.

Lo trasladamos hasta arriba conectado al cuerpo con al músculo recto abdominal (el de la tableta de chocolate ), ya que dentro tiene una arteria y vena muy importantes que le llevan sangre a la piel y grasa que hemos llevado al tórax.

La paciente no ha presentado nuevas recaídas y ahora puede seguir su vida. 

¿Has sufrido de cancer de mama?

Preguntas frecuentes

A los pacientes les gustaría saber cuál va a ser el resultado exacto de su intervención. Si bien es cierto que los resultados de las cirugías (y de cualquier intervención médica) tienen una parte previsible (dependerá del tipo de intervención planeada, los deseos del/a paciente, y factores que estudiamos en la exploración física como la calidad de los tejidos), hay otra parte imprevisible que nos puede modificar el resultado como la genética de base de cada uno u otros factores que no hayamos podido identificar inicialmente. 

Nuestro objetivo será minimizar estos factores imprevisibles que puedan afectar al resultado que dejamos en quirófano para poder dar al paciente una idea lo más cercana posible a lo que va a conseguir, pero es imposible asegurar al 100% un resultado debido a esta razón.

Las mamografías mamarias se pueden realizar sin problemas en mujeres que son portadoras de prótesis mamarias. Recomendamos que sean realizadas a partir de los 12 meses de la intervención para evitar que la inflamación de la cirugía pueda interferir en la interpretación de esa prueba. Siempre que una avise antes al médico que le solicita dicha prueba para que se programe para realizar con la técnica de Eklund, una maniobra que consiste en desplazar la prótesis hacia el dorso de la mama, dejándola fuera de la paleta de compresión, comprimiendo solo el tejido mamario para realizar la mamografía. No hay ningún problema para hacer otras pruebas como resonancias magnéticas ni para ir en avión (las prótesis no explotan).  Ser portadora de prótesis mamarias es incluso beneficioso para la autopalpación mamaria, ya que el tejido mamario queda más tenso y distribuido alrededor del implante y permite una mayor sensibilidad y especificidad a la hora de palpar todo este tejido.

No, la calidad de los materiales con los que se fabrican las prótesis mamarias con las que trabajamos ha permitido reducir el riesgo de complicaciones asociadas a estos a un nivel muy bajo. Eso no significa que no pueda ser necesario hacer un recambio de prótesis o retirarlas a lo largo de la vida por alguna razón, pero eso es poco habitual. Las prótesis con las que se trabajaba hace años sí recomendaban cambiarlas cada 10 años, pero gracias a los avances científicos ya no es así.

Ningún tipo de cirugía plástica está relacionada actualmente con el aumento del riesgo de sufrir cáncer.

No. Siempre intentamos realizar la reconstrucción mamaria lo más pronto posible para reducir las secuelas psicológicas de la paciente. Pero si esto implica posponer o modificar el tratamiento de forma que se pueda afectar a la salud de nuestras pacientes, pospondremos la reconstrucción el tiempo que haga falta. La prioridad es la salud de nuestras pacientes, es decir, curar el cáncer.

Anestesia general siempre, para garantizar la comodidad del paciente y poder trabajar con la máxima precisión y seguridad por parte del cirujano. No suele ser necesaria normalmente una intubación completa, la mascarilla laríngea con anestesia suave suele ser la via de elección de nuestro equipo de anestesiología. No se debería realizar cirugías mamarias con anestesia local, es una mala praxis. Durante toda la intervención se controla y cuida del estado general y las constantes vitales de la paciente con máximo detalle por parte de nuestro equipo de anestesiología.

Una noche de ingreso suele ser habitual. Se prefiere estar bajo vigilancia sanitaria las primeras horas. Aunque no es una cirugía larga ni de riesgo, hemos pasado por un quirófano y hemos recibido medicación. Además, la medicación endovenosa es útil en las primeras horas para maximizar el confort postoperatorio del paciente.

Trabajamos con distintas marcas de prótesis mamarias: Motiva, Silimed, Politech, Eurosilicon, Nagor… Ninguna es igual a la otra, cada marca tiene sus pros y sus contras que hay que valorar. Vamos a estudiar específicamente tu caso para escoger la prótesis mamaria que sea mejor para conseguir el resultado que estás buscando.

La respuesta a esta pregunta se tiene que individualizar en cada caso. Aún así, se puede decir que en la mayor parte de las pacientes la recomendación es colocar la prótesis debajo del músculo (también llamado submuscular o subpectoral, ya que el músculo utilizado es el pectoral mayor). Dentro de las formas más habituales de colocar una prótesis debajo del músculo, la más utilizada habitualmente es el plano dual, donde el 50-75% de la prótesis queda cubierta por el músculo y el 25-50% por la parte inferior de la glándula mamaria. 

Esta colocación presenta varias ventajas: no se toca para nada la estructura anatómica de la glándula mamaria, por lo que se preserva mejor la sensibilidad y capacidad posterior para dar el pecho, y es una cirugía más limpia, por lo que se reduce el riesgo de infección o de contractura capsular.

Colocar la prótesis encima del músculo, aún siendo poco habitual en nuestra práctica habitual, en determinados pacientes, tiene ciertas ventajas que hay que valorar en cada caso. Encima del músculo se puede hacer de dos formas: subglandular (directamente bajo la glándula mamaria) o subfascial (debajo la primera capa que envuelve el músculo pectoral mayor).

Hay varios truquitos que nos pueden ayudar a conseguir un escote estéticamente agradable. 

La elección de la prótesis: es lo más importante para poder generar un buen escote. Es necesario que el ancho sea suficiente para cubrir todo el tórax y así poder llegar a ocupar correctamente toda la zona. También se tiene que tener en cuenta la forma, nivel de implantación y tamaño del pecho que tiene la paciente previamente.

La forma en la que se levanta el músculo pectoral: es donde se inserta la prótesis y el propio músculo nos puede ayudar a juntar bien las mamas.

Internal Bra: con la ayuda de puntos de sutura, fijamos y cerramos bien los bordes del bolsillo de la prótesis para crear un efecto de sujetador interno.

Lipoinyección: la inyección de grasa en el pecho permite crear un volumen completamente natural y evitar defectos estéticos a largo plazo como el rippling (irregularidades en la superficie). Nos permite crear un escote bonito y natural con la propia grasa de la paciente.

Esta es una pregunta muy frecuente en consulta ya que, como es normal de entrada, a los pacientes les gustaría saber cúal va a ser el resultado exacto de su cirugía. Si bien es cierto que los resultados de las cirugías (y de cualquier intervención médica) tienen una parte previsible (dependerá del tipo de intervención planeada, los deseos del/a paciente, y factores que estudiamos en la exploración física como la calidad de los tejidos), hay otra parte imprevisible que nos puede modificar el resultado como la genética de base de cada uno u otros factores que no hayamos podido identificar inicialmente. Nuestro objetivo será minimizar estos factores imprevisibles que puedan afectar al resultado que dejamos en quirófano para poder dar al paciente una idea lo más cercana posible a lo que va a conseguir, pero es imposible asegurar al 100% un resultado debido a esta razón. 

Por lo tanto… en respuesta a la pregunta: ¿Qué talla de sujetador me va a quedar? No sabremos la talla exacta hasta que se haya desinflamado y tengamos un resultado más o menos estable a los 3-6 meses después de la cirugía.

¿Sabías que 7 de cada 10 mujeres desconocen su talla correcta de sujetador?

Un 30% de las consultas realizadas sobre dolores en el pecho proviene del uso de un sujetador inadecuado. Llevar una talla de sujetador errónea puede causar no solo molestias, sino también marcas y lesiones, además de acelerar el proceso de envejecimiento del pecho.

 

Tipos de prótesis mamarias

Existen diferentes tipos de prótesis mamarias disponibles, cada una con sus propias características y beneficios únicos. 

La elección de una u otra prótesis depende sin duda, de los objetivos estéticos individuales de cada paciente, así como de su anatomía y preferencias personales. En consulta trabajamos en estrecha colaboración con cada paciente y hacemos un estudio completo de la forma y consistencia del pecho y de la forma y el tamaño del tórax para determinar el tipo de prótesis más adecuado que permita lograr los resultados deseados y satisfacer las necesidades estéticas.

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¿Dónde pueden colocarse las prótesis mamarias?

Debajo del músculo (también llamado implante submuscular o subpectoral): es la mayor parte de nuestros casos. Dentro de las formas más habituales de colocar una prótesis debajo del músculo, la más utilizada es el plano dual, donde el 50-75% de la prótesis queda cubierta por el músculo y el 25-50% por la parte inferior de la glándula mamaria.

Encima del músculo o implante subglandular (directamente bajo la glándula mamaria) o subfascial (debajo la primera capa que envuelve el músculo pectoral mayor). Esta técnica es menos habitual, pero en determinados pacientes tiene ciertas ventajas que hay que valorar en cada caso.

Postoperatorio

Es normal experimentar dolor, hinchazón y sensibilidad en los senos después de la cirugía. El cirujano plástico puede recetar medicamentos para el dolor para ayudar a controlar las molestias durante los primeros días.

Notarás un dolor descrito habitualmente como “agujetas”, como si hubieras ido al gimnasio tres o cuatro días seguidos. Suele ser un dolor muy bien tolerado y más si sigues al pie de la letra la pauta de medicación que recomendamos tomar la primera semana postoperatoria. La mayor parte de las pacientes explican que las molestias son mayores los primeros 3 o 5 días, posteriormente es mínimo; aunque cada persona tiene un umbral de dolor distinto.

Después de la cirugía, es posible que se coloque un vendaje compresivo alrededor de los senos para ayudar a reducir la hinchazón y mantener las prótesis mamarias en su lugar. Auque si la intervención ha sido menor, es posible que se coloque directamente el sujetador postoperatorio sin vendaje para reducir molestias a la paciente.

Las primeras horas postoperatorias se pasan en el área de reanimación del hospital donde se sigue una vigilancia estricta de todas sus constantes vitales. Cuando la paciente se ha despertado completamente de la anestesia (ya no está grogui), el dolor y los mareos están controlados y, por lo tanto, se encuentra en condiciones óptimas, es llevada a su habitación con sus familiares y amigos. Allí empieza la recuperación para prepararse para volver a su domicilio. En su habitación de planta el personal de enfermería se encargará de forma diligente que la paciente se encuentre cómoda y con el mínimo de molestias haciendo uso cuando sea necesario de la medicación pautada por nuestro equipo de anestesiología. El equipo de enfermería ayudará a la paciente a tolerar bien la ingesta de líquidos y sólidos, y la deambulación, y así aseguramos una vuelta a casa segura. Al día siguiente vendremos al hospital para visitarte, comprobar que la paciente se encuentra en buenas condiciones generales y en las áreas intervenidas no hay complicaciones de ningún tipo, valoraremos la posibilidad de retirar los drenajes y vendajes, y si está todo en correctas condiciones procederemos a entregar el informe de alta donde detallamos todas las indicaciones postoperatorias que deberá seguir la paciente y las recetas que necesitará entregar a la farmacia para poder recibir la medicación que le recomendamos. En la primera semana postoperatoria, el dolor y los mareos son poco habituales, pero hay momentos puntuales en los que pueden aparecer y se tiene que estar prevenido.

Durante los primeros tres meses (más acentuado durante el primer mes) las mamas se verán en una posición más alta y de mayor volumen debido al edema o tumefacción postoperatorios. Incluso puede ser que una mama esté más inflamada que la otra y por eso se vea más grande (hay pacientes que presentan esta inflamación mayor en una mama que en otra y va variando dependiendo de la semana y de una mama a la otra) dando sensación de asimetría o deformidad. A partir de los tres meses tenemos resultados bastante estables. Un resultado de una cirugía estética no debería darse por definitivo hasta que no haya pasado un año del día de la intervención.

Tenemos que considerarlos nuestros aliados, ya que nos eliminan ese líquido que genera gran inflamación si se queda dentro e, incluso, puede incrementar el riesgo de complicaciones. Son un engorro, pero no tienen nada más malo que eso. En muchas de nuestras intervenciones los dejamos, como mínimo hasta el alta hospitalaria. Los dejamos siempre más tiempo en las intervenciones de cirugía de abdomen y espalda que en cirugía mamaria.

Se pueden mover los brazos para realizar actividades que no requieran esfuerzos. Lo importante es no levantarlos o levantar pesos importantes. Normalmente dejamos levantar los brazos a partir de la segunda semana postoperatoria, hasta que la cirugía esté bien cicatrizada por dentro y el movimiento no la pueda afectar. Y finalmente se podrán levantar pesos importantes a partir de la cuarta semana postoperatoria.

Depende de cada tipo de trabajo. Normalmente el trabajo de ordenador (secretariado, informática, telecomunicaciones…) permitimos iniciarlo a las dos semanas postoperatorias. Trabajos que impliquen conducir o mucho movimiento normalmente a las tres semanas.

Normalmente permitimos conducir a partir de las tres semanas postoperatorias

Los primeros cinco o siete días postoperatorios los recomendamos pasar en casa, a partir de entonces permitimos salir a tomar un café o a visitar familiares o amigos. Conducir o dar largos paseos a partir de las tres semanas postoperatorias. El deporte como ir al gimnasio o correr a las cuatro semanas. Deportes intensos como escalada, natación, triatlón… a las seis semanas postoperatorias.

La mayor parte de puntos son subcutáneos o intradérmicos, es decir, están debajo de la piel, van por dentro. No dejamos normalmente puntos externos (solo los de los extremos de la sutura intradérmica). Si hubiera la necesidad de dejar algún punto externo normalmente lo retiramos a los 7-15 días.

Si no hay ninguna característica que obligue a más tiempo, solemos recomendar llevar el sujetador deportivo durante un mes tanto de día como de noche.

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