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Cirugías posteriores a grandes pérdidas de peso

Las personas que han sufrido de sobrepeso, es decir tener un índice de masa corporal (IMC) mayor a 25, o obesidad, es decir IMC mayor a 30, han sufrido un cambio en la piel de su cuerpo. Esta piel se ha tenido que estirar para poder envolver a todo ese tejido graso.

Una vez el paciente ha adelgazado, esa piel no se contrae igual que sí contrae la grasa. Queda colgajdo, generando arrugas, irregularidades… Como manteles descolgados y arrugados en diferentes partes del cuerpo.

La pérdida de peso es beneficiosa para la salud cuando inicialmente se parte de un índice de masa corporal (IMC) mayor a 25. Si la pérdida de peso es muy grande, o se ha producido en períodos muy cortos de tiempo, puede provocar laxitud y acumulación de grasa resistente en áreas indeseadas. Ambos factores generan pliegues de piel y grasa colgante que tienen efectos negativos a nivel social y personal como dificultad en las relaciones sociales, problemas de autoestima, aspecto de piel envejecida, molestias e incomodidades para realizar deporte, problemas de higiene íntima e incluso infecciones en los pliegues de la piel sobrante. Muchos pacientes que acuden a nuestra consulta para resolver estos problemas, tanto funcionales como estéticos, que se encuentran en la piel sobrante. La mayoría presentan estas secuelas debidas a pérdidas de peso tras cirugía bariátrica (reducción de estómago o bypass gastrointestinal), algunos casos también lo consiguen cambiando sus hábitos de dieta y ejercicio.
Mantenerse en rangos adecuados de peso conlleva grandes beneficios para la salud: reduce el riesgo cardiovascular (infarto cardíaco agudo, angor cardíaco, ictus…), mejora la circulación en las piernas, reduce el riesgo de artrosis, mejora la capacidad respiratoria, reduce el riesgo de padecer cáncer o diabetes tipo 2, mejora el estado de ánimo y las relaciones sociales, etc. Y en cirugía plástica, está demostrado científicamente que reduce muchísimo el riesgo de presentar complicaciones en el postoperatorio. Por todo ello, es muy interesante perder peso y se debe realizar un tratamiento específico para cada persona porque cada cuerpo puede responder de forma diferente a los distintos tratamientos, técnicas o dietas. Recuerda seguir SIEMPRE el consejo de un profesional médico y de un equipo de nutrición especializado que te pautará las mejores opciones para tratar el sobrepeso o la obesidad.

El tratamiento INTEGRAL de la silueta

Cuando admiramos la belleza de una pintura, una escultura, la música, o el propio cuerpo humano, no nos fijamos en cada uno de sus componentes individuales, sino que lo observamos de forma integral, como un todo.

A la hora de planificar una intervención quirúrgica es importante tener en cuenta este aspecto. ¿Pero cómo lo aplicamos en una cirugía de contorno corporal?

Los pacientes llegan a consulta con la idea inicial de querer mejorar el aspecto de su abdomen pero acaban deseando mejorar su silueta corporal global. Por tanto, es recomendable siempre realizar un tratamiento integral por zonas anatómicas, no por componentes individuales.

Por ello, en muchos casos, es necesario asociar tratamientos aplicados a los flancos e incluso en la espalda, como la liposucción, para conseguir el resultado deseado.

Podemos afirmar sin complejos que disponemos de los métodos de última generación en términos de cirugía corporal, esto nos hace diferentes del resto de cirujanos de cirugía corporal y, además, nos hace excelentes en este tipo de cirugía. El secreto está en recurrir a una combinación de técnicas y tecnologías de última generación. Esto permite abordar la intervención teniendo en cuenta la silueta en conjunto del paciente y no zonas aisladas. 

Si estás buscando una clínica para hacerte una cirugía para modificar tu contorno corpoal, nos has encontrado. Lo que nos hace diferentes es que nunca llevamos a cabo una intervención que se reduzca a quitar grasa de una zona concreta, sin más. Cuantas más áreas son intervenidas, más natural es el resultado. 

“Si solo se hace una liposucción debajo del ombligo, como única área intervenida, quedará disonante con el resto de la barriga. Por eso siempre tratamos áreas anatómicas completas” 

Afirma el doctor Marc Illa.



¿Cuáles son las areas más afectadas?

A/D Caso 1

A/D Caso 2

A/D Caso 3

A/D Caso 4

¿Te has adelgazado mucho y necesitas de una cirugía?

Preguntas frecuentes

La respuesta es: DEPENDE de cada caso

  • Cuando decidir “NO esperar a ser madre”: Esta es la opción preferida para las pacientes que no se sienten realmente cómodas ni identificadas con la forma e irregularidades de su cuerpo en el momento actual. Para muchas pacientes, por ejemplo con 20 años de edad, no les compensa pasar otros 10-15 años (hasta la edad en la que quieran ser madres) con un cuerpo con el que no se sienten bien. Es verdad que el cuerpo cambia con los años, con los cambios bruscos de peso o los embarazos, Por ello, muchas pacientes deciden no esperar e intervenir su cuerpo en el momento en el que no se sienten cómodas con él.
  • Cuando decidir “Esperar a ser madre”: esta opción es la indicada para aquellas mujeres que desean pasar solo una vez por quirófano. En este caso, lo más recomendable es esperar a tener todos los hijos deseados antes de realizar una cirugía corporal. El precio a pagar será pasar varios años más aceptando la forma e irregularidades presentes en el cuerpo con las que no estamos del todo cómodas.

Este tipo de cirugías implica un remodelado de la grasa y, habitualmente, también de la piel del cuerpo. Por esta razón, es habitual tener alteraciones de la sensibilidad que suelen durar como mínimo hasta los primeros 6 meses, luego se suelen ir recuperando hasta los 12-18 meses.

Los buenos candidatos para una cirugía corporal pueden incluir personas que:

  • Tienen áreas específicas de grasa localizada que no responden a la dieta y al ejercicio.
  • Han experimentado una pérdida significativa de peso y tienen exceso de piel flácida.
  • Tienen áreas de piel flácida o colgante debido al envejecimiento, embarazo o pérdida de elasticidad de la piel.
  • Tienen expectativas realistas sobre los resultados del procedimiento y están motivados para mantener un estilo de vida saludable después de la cirugía.
  • Están cerca de su peso ideal y tienen un índice de masa corporal (IMC) estable dentro de un rango saludable.
  • No fuman o están dispuestos a dejar de fumar antes y después de la cirugía, ya que fumar puede afectar negativamente el proceso de curación.

Postoperatorio

Las primeras horas postoperatorias se pasan en el área de reanimación del hospital donde se sigue una vigilancia estricta de todas sus constantes vitales. Cuando la paciente se ha despertado completamente de la anestesia, el dolor y los mareos están controlados y, por lo tanto, se encuentra en condiciones óptimas, es llevada a su habitación con sus familiares y amigos. Allí empieza la recuperación para prepararse para volver a su domicilio. 

En su habitación de planta, el personal de enfermería se encargará de forma diligente que la paciente se encuentre cómoda y con el mínimo de molestias haciendo uso cuando sea necesario de la medicación pautada por nuestro equipo de anestesiología. El equipo de enfermería ayudará a la paciente a tolerar bien la ingesta de líquidos y sólidos, y la deambulación, así aseguramos una vuelta a casa segura. 

Al día siguiente vendremos al hospital para comprobar que la paciente se encuentra en buenas condiciones generales y en las áreas intervenidas no hay complicaciones de ningún tipo, valoraremos la posibilidad de retirar los drenajes y vendajes, y si está todo en correctas condiciones procederemos a entregar el informe de alta donde detallamos todas las indicaciones postoperatorias que deberá seguir la paciente y las recetas que necesitará entregar a la farmacia para poder recibir la medicación que le recomendamos.

En la primera semana postoperatoria, el dolor y los mareos son poco habituales, pero hay momentos puntuales en los que pueden venir y se tiene que estar prevenido.

Tenemos que considerarlos nuestros aliados, ya que nos eliminan ese líquido que genera gran inflamación si se queda dentro e, incluso, puede incrementar el riesgo de complicaciones. Son un engorro, pero no tienen nada más malo que eso. En muchas de nuestras intervenciones los dejamos, como mínimo hasta el alta hospitalaria. Los dejamos siempre más tiempo en las intervenciones de cirugía de abdomen y espalda que en cirugía mamaria.

Depende de si tenemos que tocar los músculos del abdomen (algo que hacemos en el 90% de los casos). Si es así, el dolor aparece cuando realizamos movimientos al levantarnos o estirarnos en la cama durante los primeros 7-10 días.
Durante los primeros 3 meses tendremos inflamación en el abdomen y en las áreas de alrededor. A partir de entonces tenemos resultados ya bastante estables. Aunque un resultado de una cirugía estética no debería darse por definitivo hasta que no haya pasado un año del día de la intervención.
Para realizar la cirugía separamos la piel de los planos profundos del abdomen y se separan los nervios de la piel, por lo que los primeros meses suele notarse la zona central del abdomen insensible. Se suele recuperar la sensibilidad progresivamente entre los 6-18 meses después de la intervención.

Depende de cada tipo de trabajo. Normalmente el trabajo de ordenador (secretariado, informática, telecomunicaciones…) permitimos iniciarlo a las dos semanas postoperatorias. Trabajos que impliquen conducir o mucho movimiento normalmente a las tres semanas.

Normalmente permitimos conducir a partir de las tres semanas postoperatorias.

Los primeros cinco o siete días postoperatorios los recomendamos pasar en casa, y a partir de entonces permitimos salir a tomar un café o a visitar familiares o amigos. Conducir o dar largos paseos a partir de las tres semanas postoperatorias. El deporte como ir al gimnasio o correr a las cuatro semanas. Deportes intensos como escalada, natación, triatlón… a las seis semanas postoperatorias.

La mayor parte de puntos son subcutáneos o intradérmicos, es decir, están debajo de la piel, van por dentro. No dejamos normalmente puntos externos (solo los de los extremos de la sutura intradérmica). Si hubiera la necesidad de dejar algún punto externo normalmente lo retiramos a los 7-15 días.

Tras una liposucción o una abdominoplastia, los tejidos superficiales (piel y grasa) quedan separados de los profundos (músculo y fascia). Con el propio movimiento en el postoperatorio estas dos capas de tejido rozan entre ellas dificultando su cicatrización, o generando una cicatrización inadecuada. Para evitarlo, recomendamos siempre realizar.

  • Reposo durante 7-10 días para reducir la cantidad de fricción de los tejidos.
  • Faja compresiva ortopédica ajustada a la talla de cada paciente durante 30-45 días.

La faja comprime los tejidos evitando su fricción y movimiento facilitando su cicatrización en la localización que nos interesa. Además, reduce el edema (inflamación) y dolor postoperatorio, mejorando muchísimo el confort del paciente.

Se necesitan siempre unas horas iniciales de recuperación para eliminar la anestesia de nuestro cuerpo y reactivar todas las funciones que han sido disminuidas con la anestesia y la propia cirugía. En las intervenciones combinadas o largas de más de 3 horas como la abdominoplastia o liposucción sí es necesario.

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