Abdominoplastia
La abdominoplastia es la cirugía a la que los pacientes recurren para eliminar el exceso de grasa y piel, reduciendo así la flacidez y, dependiendo de donde estén situadas, también las estrías. Es una cirugía realizada en las paredes abdominales con la que se obtiene un beneficio tanto funcional como estético en el cuerpo. El cuerpo puede verse afectado por ganancias y pérdidas importantes de peso debido a diversas causas como el embarazo o la alimentación… Eso genera que la piel se estire y los músculos de la pared abdominal queden separados (diástasis de los músculos).
Debido a ello, se pueden generar acúmulos indeseados de grasa en áreas rebeldes a la dieta o al ejercicio, exceso y flacidez de la piel del abdomen y debilidad muscular.
Nuestro objetivo con la abdominoplastia es aplanar y reforzar el vientre. Es un procedimiento que no solo busca mejorar el aspecto estético del abdomen, proporcionando un contorno más plano y tonificado aumentando la confianza y autoestima del paciente, sino que también mejora a nivel funcional la actividad de la musculatura abdominal mejorando así la funcionalidad intestinal, de la columna vertebral y urinaria.
¿Qué tres aspectos se tratan en una abdominoplastia?
- Piel
Suele estar flácida, descolgada, de mala calidad y muchas veces con estrías.
- Grasa
Los acúmulos de grasa suelen centrarse en áreas rebeldes como las cartucheras, el abdomen (sobre todo inferior) y la espalda. Es lo que llamamos “flotador” o “michelín”.
- Músculos de pared abdominal interna
A/D Caso 1



A/D Caso 2



A/D Caso 3



Diástasis de rectos abdominales

Se trata de la separación de los músculos rectos abdominales producida como consecuencia de la lesión por estiramiento tras múltiples embarazos o aumentos y pérdidas importantes de peso. Estos músculos rectos, que se extienden desde el esternón hasta el pubis, están unidos por una banda gruesa de tejido conectivo llamada línea alba. Durante el embarazo, los cambios hormonales y el crecimiento del útero pueden causar un debilitamiento de esta banda, lo que resulta en la separación de los músculos rectos.
La diástasis de rectos abdominales puede provocar una protuberancia en el abdomen, especialmente al realizar ciertos movimientos como levantarse de la cama o sentarse. Además de ser más común durante el embarazo, también puede ocurrir en personas que han experimentado una rápida pérdida de peso o que han realizado ejercicios abdominales de manera incorrecta y excesiva.
Los síntomas de la diástasis de rectos abdominales pueden incluir debilidad en la zona abdominal, dolor lumbar, problemas de postura y una apariencia estomacal abultada o hinchada.
El tratamiento puede incluir ejercicios específicos para fortalecer los músculos abdominales y reducir la separación. En algunos casos, especialmente cuando la separación es significativa y persistente, se puede recomendar la abdominoplastia para corregir la diástasis y restaurar la firmeza y tono muscular en el abdomen.
Muchas de nuestras pacientes vienen a nuestra consulta asegurando que la gente les pregunta si están embarazadas. Tratar esta área anatómica es la “joya de la corona” de la abdominoplastia, ya que nos permite dar solución al problema del “abdomen abombado”.
- No se trata sólo de un problema estético sino también funcional
- Está relacionado con dolores de espalda, mala estabilización del centro de gravedad corporal, disfunción del suelo pélvico, sensación de pesadez intestinal e incluso se asocia a la presencia de hernias abdominales.
“Tras reparar la pared abdominal, la mayoría de pacientes explican que han mejorado o incluso les han desaparecido los dolores de espalda que sufrían. Eso es por haber focalizado más cerca de la columna vertebral el centro de gravedad de las pacientes y así se descarga de tanto peso la columna” explica el Dr. Marc illa.

Si estás buscando una clínica para hacerte una cirugía para modificar tu contorno corpoal, nos has encontrado. Lo que nos hace diferentes es que nunca llevamos a cabo una intervención que se reduzca a quitar grasa de una zona concreta, sin más. Cuantas más áreas son intervenidas, más natural es el resultado.
“Si solo se hace una liposucción debajo del ombligo, como única área intervenida, quedará disonante con el resto de la barriga. Por eso siempre tratamos áreas anatómicas completas”
Afirma el doctor Marc Illa.
¿Necesitas información sobre la abdominoplastia?
Preguntas frecuentes
La respuesta es: DEPENDE de cada caso
- Cuando decidir “NO esperar a ser madre”: Esta es la opción preferida para las pacientes que no se sienten realmente cómodas ni identificadas con la forma e irregularidades de su cuerpo en el momento actual. Para muchas pacientes, por ejemplo con 20 años de edad, no les compensa pasar otros 10-15 años (hasta la edad en la que quieran ser madres) con un cuerpo con el que no se sienten bien. Es verdad que el cuerpo cambia con los años, con los cambios bruscos de peso o los embarazos, Por ello, muchas pacientes deciden no esperar e intervenir su cuerpo en el momento en el que no se sienten cómodas con él.
- Cuando decidir “Esperar a ser madre”: esta opción es la indicada para aquellas mujeres que desean pasar solo una vez por quirófano. En este caso, lo más recomendable es esperar a tener todos los hijos deseados antes de realizar una cirugía corporal. El precio a pagar será pasar varios años más aceptando la forma e irregularidades presentes en el cuerpo con las que no estamos del todo cómodas.
Este tipo de cirugías implica un remodelado de la grasa y, habitualmente, también de la piel del cuerpo. Por esta razón, es habitual tener alteraciones de la sensibilidad que suelen durar como mínimo hasta los primeros 6 meses, luego se suelen ir recuperando hasta los 12-18 meses.
Los buenos candidatos para una cirugía corporal pueden incluir personas que:
- Tienen áreas específicas de grasa localizada que no responden a la dieta y al ejercicio.
- Han experimentado una pérdida significativa de peso y tienen exceso de piel flácida.
- Tienen áreas de piel flácida o colgante debido al envejecimiento, embarazo o pérdida de elasticidad de la piel.
- Tienen expectativas realistas sobre los resultados del procedimiento y están motivados para mantener un estilo de vida saludable después de la cirugía.
- Están cerca de su peso ideal y tienen un índice de masa corporal (IMC) estable dentro de un rango saludable.
- No fuman o están dispuestos a dejar de fumar antes y después de la cirugía, ya que fumar puede afectar negativamente el proceso de curación.
Si bien una abdominoplastia puede proporcionar resultados duraderos, el envejecimiento, los cambios en el peso y otros factores pueden afectar la apariencia del abdomen con el tiempo. Mantener un estilo de vida saludable con dieta y ejercicio puede ayudar a mantener los resultados a largo plazo.
Sí, la abdominoplastia puede corregir la diástasis de los músculos rectos abdominales, que es una separación de estos músculos que a menudo ocurre durante el embarazo. El cirujano puede suturar estos músculos durante la abdominoplastia para restaurar la firmeza y el tono abdominal.
Porque se compone de 3 factores:
- Reparación de la pared abdominal
- Liposucción para afinar el tronco
- Eliminación y retensado de la piel sobrante
La reparación de la pared abdominal es el factor más importante tanto a nivel estético como funcional. El abdomen puede estar afectado tras los embarazos o las ganancias o pérdidas de peso en poco tiempo. En esta intervención, reparamos.
- Diástasis de músculos rectos abdominales: en quirófano se marca la cantidad de separación exacta que existe y se repara de forma minuciosa con puntos de sutura específicos. Se estrecha la cintura de la paciente y se reduce el abombamiento.
- Hernias intraabdominales: en la zona del ombligo, en las ingles... Se reparan con un equipo de cirugía especialista en este tipo de patología con los propios tejidos del cuerpo o con una malla reconstructora.
Postoperatorio
Las primeras horas postoperatorias se pasan en el área de reanimación del hospital donde se sigue una vigilancia estricta de todas sus constantes vitales. Cuando la paciente se ha despertado completamente de la anestesia, el dolor y los mareos están controlados y, por lo tanto, se encuentra en condiciones óptimas, es llevada a su habitación con sus familiares y amigos. Allí empieza la recuperación para prepararse para volver a su domicilio.
En su habitación de planta, el personal de enfermería se encargará de forma diligente que la paciente se encuentre cómoda y con el mínimo de molestias haciendo uso cuando sea necesario de la medicación pautada por nuestro equipo de anestesiología. El equipo de enfermería ayudará a la paciente a tolerar bien la ingesta de líquidos y sólidos, y la deambulación, así aseguramos una vuelta a casa segura.
Al día siguiente vendremos al hospital para comprobar que la paciente se encuentra en buenas condiciones generales y en las áreas intervenidas no hay complicaciones de ningún tipo, valoraremos la posibilidad de retirar los drenajes y vendajes, y si está todo en correctas condiciones procederemos a entregar el informe de alta donde detallamos todas las indicaciones postoperatorias que deberá seguir la paciente y las recetas que necesitará entregar a la farmacia para poder recibir la medicación que le recomendamos.
En la primera semana postoperatoria, el dolor y los mareos son poco habituales, pero hay momentos puntuales en los que pueden venir y se tiene que estar prevenido.
Tenemos que considerarlos nuestros aliados, ya que nos eliminan ese líquido que genera gran inflamación si se queda dentro e, incluso, puede incrementar el riesgo de complicaciones. Son un engorro, pero no tienen nada más malo que eso. En muchas de nuestras intervenciones los dejamos, como mínimo hasta el alta hospitalaria. Los dejamos siempre más tiempo en las intervenciones de cirugía de abdomen y espalda que en cirugía mamaria.
Depende de si tenemos que tocar los músculos del abdomen (algo que hacemos en el 90% de los casos). Si es así, el dolor aparece cuando realizamos movimientos al levantarnos o estirarnos en la cama durante los primeros 7-10 días.
Para realizar la cirugía separamos la piel de los planos profundos del abdomen y se separan los nervios de la piel, por lo que los primeros meses suele notarse la zona central del abdomen insensible. Se suele recuperar la sensibilidad progresivamente entre los 6-18 meses después de la intervención.
Puedes realizar trabajo de ordenador a los 7-10 días después de la intervención. Conducir o mucho movimiento normalmente a las 3 semanas.
Tras una liposucción o una abdominoplastia, los tejidos superficiales (piel y grasa) quedan separados de los profundos (músculo y fascia). Con el propio movimiento en el postoperatorio estas dos capas de tejido rozan entre ellas dificultando su cicatrización, o generando una cicatrización inadecuada. Para evitarlo, recomendamos siempre realizar.
- Reposo durante 7-10 días para reducir la cantidad de fricción de los tejidos.
- Faja compresiva ortopédica ajustada a la talla de cada paciente durante 30-45 días.
La faja comprime los tejidos evitando su fricción y movimiento facilitando su cicatrización en la localización que nos interesa. Además, reduce el edema (inflamación) y dolor postoperatorio, mejorando muchísimo el confort del paciente.