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Blefaroplastia o cirugía de párpados

La blefaroplastia o cirugía de párpados es una intervención estética de carácter poco invasivo que corrige las bolsas de los ojos y el exceso de piel. Al corregir los problemas mencionados, la blefaroplastia puede mejorar significativamente la apariencia facial y dar un aspecto más juvenil y descansado.

El objetivo es tratar las bolsas que se generan en la zona inferior de los ojos y la caída natural que se genera en los tejidos que lo rodean. Se trata de un problema que suele tener un origen genético. El paso del tiempo y la fuerza de la gravedad actúan sobre el rostro, generando un aspecto antiestético y envejecido que incomoda a muchas personas.

Cada blefaroplastia se adapta a las necesidades específicas del paciente y puede implicar la corrección de los párpados superiores, inferiores o ambos.

Los resultados de la blefaroplastia suelen ser duraderos, proporcionando una mejora notable en la apariencia de los párpados durante muchos años.

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos potenciales, que pueden incluir infección, sangrado, sequedad ocular, cambios en la sensibilidad y problemas de cicatrización. Sin embargo, estos riesgos son bajos cuando la cirugía se realiza por un cirujano cualificado.
Los resultados de la blefaroplastia suelen ser duraderos y pueden proporcionar una mejora significativa en la apariencia de los párpados durante muchos años. Sin embargo, el envejecimiento continuo puede afectar la apariencia con el tiempo.

¿Cómo es la cirugía ?

A/D Caso 1

A/D Caso 2

A/D Caso 3

¿Tienes la mirada triste?

¿Quieres rejuvenecer tu mirada?

En consulta siempre hablamos de tratamiento o rejuvenecimiento integral de la mirada.

Los pacientes suelen venir preocupados por el aspecto de sus párpados (piel sobrante en párpados superiores, bolsas en párpados inferiores…), pero realmente suele haber más factores escondidos detrás que son igual o más importantes. En una valoración para rejuvenecimiento integral de la mirada tenemos que valorar todos estos aspectos:

Son muchos los factores que afectan a la mirada dándole un aspecto cansado, con falta de sueño o de tristeza. Algunos se tratan con cirugía indudablemente, pero otros pueden tratarse con técnicas no quirúrgicas como la infiltración de ácido hialurónico o toxina botulínica.

Es muy importante realizar una valoración adecuada de cada caso y acudir a un profesional bien formado en todas las técnicas para obtener el mejor resultado.

¿Es posible combinar la medicina estética con la cirugía facial ?

Se pueden conseguir grandes resultados con pequeños detalles como los que aporta la medicina estética. La clave está en aplicarlos en las cantidades y localizaciones adecuados, y esto sólo se consigue si se realiza un diagnóstico inicial correcto.

Siempre realizaremos una valoración integral de la estética facial, se podrá optar por tres caminos:

Con la cirugía estética podemos

Reposicionar los tejidos que se han caído

Recuperar los tejidos que se han atrofiado con el paso de los años.

Con la medicina estética podemos

Corregir pequeñas asimetrías con elevado grado de detalle que no conseguimos con la cirugía.

Corregir las arrugas dinámicas con toxina botulínica.

Aumentar el brillo de la piel con hidratación y nutrición gracias al ácido hialurónico.

El efecto de aplicar tanto técnicas quirúrgicas como de medicina estética a nivel de la estética facial no de suma, ¡es multiplicativo!

¿Necesitas asesoramiento ?

Preguntas frecuentes

Mucha gente cree que sólo retirando la piel del párpado inferior es suficiente para dejarlo liso…¡pero la realidad es otra! En la blefaroplastia tratamos las estructuras más profundas del párpado, para así, eliminar los festones o bolsas maleares, es decir, la segunda bolsa que aparece encima del pómulo debido al envejecimiento del músculo orbicular.
Por una debilidad que aparece progresivamente en el músculo orbicular debido al envejecimiento.
Es como si hiciéramos un lifting completo del párpado inferior. Tratamos la estructura más profunda del párpado para así poderlo estirar, extender y obtener un resultado extraordinario.
Se pueden conseguir grandes resultados con pequeños detalles como los que aporta la medicina estética. La clave está en aplicarlos en las cantidades y localizaciones adecuadas, y eso sólo se consigue con un diagnóstico inicial correcto.Cuando realizamos una valoración integral facial nos podemos encontrar con casos que requieren solo de medicina estética, otros cirugía y otros, la mayoría de los casos, donde se combinan ambas técnicas.
Con la cirugía estética podemos:
  • Reposicionar los tejidos que se han caído
  • Recuperar los tejidos que se han atrofiado con el paso de los años

Con la medicina estética podemos:
  • Corregir pequeñas asimetrías con elevado grado de detalle que no conseguimos con la cirugía
  • Corregir las arrugas dinámicas con toxina botulínica Aumentar el brillo de la piel con hidratación y nutrición gracias al ácido hialurónico
No, la cirugía facial no suele cambiar la expresión del rostro a modo de “accidente” o “efecto secundario” de la cirugía. Solo cambiaremos la expresión si ese es el OBJETIVO. Por ejemplo: en caras que expresan sensación de tristeza o cansancio, habitualmente por una caída extrema del lateral de las cejas o el canto lateral de los ojos. En estos casos, se puede modificar anatómicamente su estructura y posición.

Postoperatorio

No es una cirugía dolorosa. Puede haber molestias debido al edema (inflamación) tanto en los párpados superiores como en los inferiores. Por ello, es recomendable los primeros 5-10 días evitar los esfuerzos, aplicarte lágrimas artificiales y tomar el antiinflamatorio pautado.
Los primeros 5-10 días siempre suele haber en diferentes grados, habitualmente leves y limitados solo a la zona de los pómulos. Tanto la inflamación como los moratones suelen aliviarse con la aplicación de frío local y suelen esconderse fácilmente con el uso de gafas opacas o de sol.
A los 10-30 días de la intervención desaparece la inflamación visible de cara al público. El paciente sí notará los párpados tensos, sobre todo las primeras horas del día y se alivia con la aplicación de frío local. En este punto, las gafas de sol ya no van a ser necesarias.
Las heridas suelen estar curadas entre 1 y 2 semanas. Posteriormente, entre 1 y 3 meses desde la intervención, llega la fase de remodelado de las cicatrices. Se deja al cuerpo actuar de forma autónoma. Durante esta última fase, las cicatrices casi no se suelen ver y la inflamación será mínima.
A partir de los 3-6 meses los resultados ya serán bastante estables, aunque no se consideran definitivos hasta los 12 meses del día de la intervención.
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